El estabilizador de tensión es una solución eficaz para evitar situaciones potencialmente perjudiciales causadas por la inestabilidad de la tensión de entrada.
Las variaciones de la tensión, aunque sean dentro de los valores admitidos por las normas, pueden dar lugar a problemas de funcionamiento de los equipos.
Los estabilizadores de tensión Ortea Next garantizan la continuidad operativa y la protección de los equipos corrigiendo en tiempo real incluso las fluctuaciones más críticas de la red eléctrica. Diseñados para entornos industriales, terciarios y comerciales, están disponibles en versiones monofásica y trifásica, con tecnología electromecánica o estática.
Gracias a una regulación precisa (±0,5 %), ofrecen un rendimiento constante y una fiabilidad elevada incluso en condiciones ambientales exigentes. Cada unidad se fabrica en Italia, se prueba individualmente y cumple con las normas internacionales de calidad.
Cada modelo está disponible en varias potencias y con opciones configurables. Consulta las fichas técnicas para más detalles.
La gama de estabilizadores Ortea Next cubre todas las potencias y configuraciones, desde pequeñas instalaciones hasta complejos industriales de alta demanda. Los modelos con regulación por fases independientes aseguran estabilidad incluso ante desequilibrios o cargas asimétricas. Las versiones estáticas, con tiempos de respuesta de milisegundos, están diseñadas para sistemas sensibles como laboratorios, salas de control o equipos médicos.
Cada solución se puede personalizar según las tensiones nominales, el margen de fluctuación, las condiciones ambientales y los requisitos de instalación. También hay versiones especiales con tensiones no estándar y protecciones avanzadas.
En el corazón del estabilizador Ortea hay un transformador buck/boost controlado electrónicamente mediante un regulador digital. El sistema supervisa constantemente la tensión de salida y corrige cualquier desviación sin generar distorsiones armónicas. El resultado es una energía estable, limpia y segura para toda la instalación.
Según la potencia nominal, el regulador puede ser toroidal o de columna, siempre optimizado para ofrecer eficiencia y durabilidad. La arquitectura modular facilita tanto la instalación como el mantenimiento.
Una red eléctrica inestable genera costes ocultos: paradas no previstas, fallos en los equipos, errores de proceso. Los estabilizadores Ortea eliminan estos problemas con una tecnología fiable y consolidada.
Ventajas destacadas: