La principal diferencia constructiva entre un estabilizador electromecánico y uno electrónico, también conocido como estabilizador estático, viene determinada por la tecnología del regulador de tensión. En el estabilizador electromecánico, se utiliza un autotransformador de relación variable con contactos rodantes dinámicos para variar la tensión suministrada al primario del transformador booster, mientras que en el estabilizador electrónico la variación la proporciona un módulo electrónico basado en IGBT con tecnología de doble conversión.
La elección entre las dos tecnologías depende del tipo de carga a estabilizar. En presencia de cargas con componente predominantemente electrónico, la velocidad de corrección requerida exige el uso de un estabilizador electrónico que interviene en menos de 3 ms sobre la regulación total, mientras que el electromecánico tiene una velocidad media de 30 ms/voltio.
Ortea, gracias a su larga experiencia en diseño y fabricación, es capaz de suministrar ambas soluciones tecnológicas con una amplia cartera de productos de calidad caracterizados por una precisión de la tensión de salida de ±0,5%.