Ortea SpA cuenta con un sistema de calidad empresarial certificado que, entre otras cosas, exige que todos los equipos producidos sean sometidos a pruebas exhaustivas.
En algunos casos, sobre todo cuando se trata de soluciones de gran envergadura, el cliente solicita que las pruebas se realicen en presencia de un técnico encargado; este procedimiento se conoce universalmente como FAT (Factory Acceptance Test).
Ortea SpA exporta sus soluciones por todo el mundo, y en estos tiempos de pandemia en los que viajar puede ser un problema, se ha hecho necesario encontrar una solución para dichas pruebas. Gracias a la moderna tecnología, las pruebas FAT pueden llevarse a cabo en línea, con la ayuda de cámaras de vídeo y sencillos softwares de teleconferencia.
En este caso, la máquina a probar era un estabilizador de tensión para un cliente final en un estado del África subsahariana. No podemos dejar de dedicar unas líneas a esta solución extra-large: se trata de un estabilizador de tensión digital modelo Sirius de 2.000 kVA con regulación de salida de ±35% completo con kit de protección total, con un peso de 11.100 kg y unas dimensiones de 7.000×1.600×2.000 mm, realizado en dos split separables para facilitar el envío y la colocación en las instalaciones de destino.
Gracias a la conexión por videoconferencia y a la cámara de vídeo portátil, el cliente pudo seguir paso a paso todas las pruebas (que duraron unas 5 horas) y al final pudo firmar directamente su aceptación compartiendo la documentación elaborada.